Aneurismas cerebrales: causas y opciones quirúrgicas

¿Qué es un aneurisma cerebral?

Un aneurisma cerebral es una dilatación anormal en una arteria del cerebro, similar a una burbuja, que puede romperse y causar una hemorragia. Aunque muchos aneurismas no presentan síntomas, cuando se rompen representan una urgencia médica grave.

¿Por qué se producen?

Las causas exactas no siempre son claras, pero hay factores que aumentan el riesgo de desarrollar un aneurisma:

  • Hipertensión arterial crónica
  • Tabaquismo
  • Antecedentes familiares
  • Consumo excesivo de alcohol o drogas
  • Malformaciones congénitas en los vasos sanguíneos

En algunos casos, el aneurisma se forma a lo largo de los años sin síntomas evidentes, y se descubre de manera accidental en una resonancia o tomografía.

Síntomas comunes

Un aneurisma no roto puede no causar señales, pero si crece, puede presionar estructuras cercanas. Si se rompe, los síntomas suelen ser:

  • Dolor de cabeza repentino e intenso (descrito como «el peor dolor de cabeza de la vida»)
  • Náuseas y vómitos
  • Visión borrosa o doble
  • Pérdida de conciencia
  • Rigidez en el cuello
  • Convulsiones

Ante estos síntomas, se debe acudir de inmediato a urgencias.

Opciones quirúrgicas

El tratamiento varía según el tamaño, la ubicación y si el aneurisma está roto o no. Las principales opciones son:

  • Clipado quirúrgico: se coloca un clip de titanio en la base del aneurisma para detener el flujo sanguíneo.
  • Embolización con espirales (coils): mediante un catéter se colocan espirales dentro del aneurisma para sellarlo desde el interior.
  • Stents o dispositivos de flujo: en algunos casos se utilizan para desviar el flujo y evitar el crecimiento o ruptura del aneurisma.

Datos clave

Un aneurisma cerebral puede permanecer silencioso durante mucho tiempo y no mostrar síntomas hasta el momento en que se rompe, lo cual representa una emergencia médica grave. Su detección se realiza a través de estudios como la tomografía axial computarizada (TAC), la resonancia magnética (RM) o la angiografía cerebral. Afortunadamente, hoy en día existen tratamientos quirúrgicos eficaces y cada vez menos invasivos que permiten abordar el problema con mayor seguridad. Además, controlar la presión arterial y llevar un estilo de vida saludable son medidas clave para prevenir su formación. Detectar un aneurisma a tiempo puede salvar vidas, por lo que es fundamental acudir a un especialista si existen antecedentes familiares o factores de riesgo.