Epilepsia y cirugía para el control de crisis

¿Qué es la epilepsia y cuándo se recomienda cirugía para controlarla?

La epilepsia es un trastorno neurológico crónico caracterizado por crisis o convulsiones recurrentes debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Aunque muchos pacientes logran controlar sus crisis con medicamentos, existen casos en los que la epilepsia no responde al tratamiento farmacológico. En esas situaciones, la cirugía puede ser una alternativa eficaz.

¿Cómo se manifiesta la epilepsia?

Las crisis epilépticas pueden variar según la zona del cerebro afectada. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Sacudidas o movimientos involuntarios.
  • Pérdida de conciencia o desconexión del entorno.
  • Sensaciones extrañas como hormigueos, olores inusuales o visión borrosa.
  • Confusión después del episodio.

Cuando las crisis son frecuentes o severas, interfieren notablemente con la calidad de vida del paciente.

¿En qué consiste la cirugía para epilepsia?

La cirugía para el control de la epilepsia busca eliminar o modificar la zona del cerebro donde se originan las crisis. Existen distintos tipos, como:

  • Resección: se extirpa la zona donde comienzan las crisis (por ejemplo, en el lóbulo temporal).
  • Desconexión: se aíslan las áreas cerebrales que propagan las convulsiones.
  • Estimulación cerebral: se colocan dispositivos que envían impulsos eléctricos para reducir la actividad epiléptica.

El tipo de cirugía depende de cada caso y se decide tras una evaluación completa.

¿Quiénes son candidatos?

Los candidatos a cirugía suelen ser personas con:

  • Epilepsia focal que no responde a medicamentos.
  • Crisis frecuentes e incapacitantes.
  • Una zona bien definida del cerebro donde se originan las convulsiones.
  • Evaluación previa mediante estudios como EEG prolongado, resonancia magnética y pruebas neuropsicológicas.

Datos clave

La cirugía puede ser una opción segura y eficaz para pacientes con epilepsia resistente a medicamentos. No todos los casos son operables, por eso es fundamental realizar una evaluación en un centro especializado. En muchos pacientes, las crisis se reducen significativamente o incluso desaparecen, mejorando su calidad de vida. Cuanto más temprano se identifique esta opción, mayores son las posibilidades de éxito.